PA2- Reflexiones: Conocer un arquitecto
Fase 1. Conocer un arquitecto
Friedensreich Hundertwasser (también Friedrich Stowasser) nació el 15 de diciembre de 1928 en Viena, en una familia mixta, madre judía y padre protestante que murió a los pocos meses de su nacimiento. Con la llegada del nazismo su madre decidió bautizarlo como católico para salvarlo, cuando terminó la guerra estaba en un estado grave de desnutrición y fue enviado al campo a vivir, pero el resto de su familia fue delatada y asesinada por los nazis.
Las características originales de Hundertwasser incluyen la expresión del shock en el arte visual, la filosofía de protección del medio ambiente y el diseño de fachadas, sellos, banderas y prendas de vestir. Los temas comunes en su obra incluyen el rechazo de las líneas rectas, los colores brillantes, las formas orgánicas, la reconciliación del hombre con la naturaleza y un fuerte individualismo. Aunque se mantiene fiel a su estilo sui generis, sus diseños arquitectónicos recuerdan en parte a los del arquitecto catalán Antoni Gaudí debido al uso de formas biomorficas. Su principal inspiración fueron las espirales y llegó a llamar a la línea recta como la “herramienta del diablo”
La Casa Hundertwasser está en Kegelgasse 34-38 en el Landstraße (distrito n.º 3 de Viena). Es un complejo residencial municipal, construido entre 1983 y 1985. El alcalde de Viena Leopold Gratz ofreció el proyecto a Friedensreich Hundertwasser para construir estas viviendas sociales en 1977. En el edificio se encuentran 52 viviendas, 4 locales de negocio, 16 terrazas privadas, un jardín de invierno, 3 azoteas comunitarias y 2 áreas de juegos infantiles. Por desgracia, poco después de la inauguración, la conversión a la utilidad práctica ha sido incompleta. El uso de plantas ha generado gastos adicionales debido a sus raíces (especialmente después de que el maestro variara la posición durante la construcción).
Estructurado por Hundertwasser y planificado por el arquitecto Joseph Krawina, combina pisos y fachadas ondulantes, aberturas irregulares, gran colorido y vegetación (250 árboles y arbustos). No se adapta a las normas y clichés convencionales de la arquitectura. Cabe destacar que nunca cobró por el diseño de este edificio.
La planta de calefacción urbana de Spittelau es una de las tres plantas de incineración de residuos de Wien Energie y es considerado como el segundo mayor productor de calor de la ciudad. Pero, lo que sobre todo destaca es su fachada, después de un gran incendio fue completamente rediseñada por Hundertwasser. No fue fácil para el entonces alcalde Helmut Zilk convencerle, Hundertwasser era un defensor de la prevención y la reutilización de residuos y, por tanto, inicialmente no quería tener nada que ver con la planta. Sólo cuando pudo estar seguro de que se utilizarían las técnicas más modernas para el control de emisiones, el artista aceptó la oferta.
Friedensreich Hundertwasser incorporó su estilo en el elaborado rediseño de la planta de calefacción urbana, con formas suaves y torcidas como curvas, esferas y cúpulas y colores deslumbrantes que van desde el dorado hasta el azul.
La Waldspirale fue diseñada por Hundertwasser en 1996 y fue edificada entre 19998 y 2000. Con 12 pisos, alcanza una altura de 41 metros y cubre una superficie de 6.600 metros cuadrados. Es un complejo residencial de estilo expresionista, la influencia de Hundertwasser se extiende a la forma y el diseño del edificio, así como al diseño de las instalaciones al aire libre.
Hundertwasser lo dibujó originalmente en una servilleta mientras cenaba con su cliente. El diseño básico no cambió significativamente de este concepto original. El Waldspirale fue la última de las creaciones de del artista que murió en 2000, a bordo del RMS Queen Mary 2 en camino a Alemania desde Australia para ver el trabajo.
El Waldspirale es un fuerte testimonio del poco aprecio que el arquitecto le tenía a las líneas rectas, al contrario que con las líneas suaves y redondeadas y su lealtad a la naturaleza. Waldspirale se traduce como «espiral arbolada» y eso es exactamente lo que es, un gran edificio en espiral coronado por un techo ondulado en el que crece un bosque de hayas, arces y tilos.
Las fachadas fueron diseñadas por Hundertwasser como una alegoría de los estratos de la tierra, del sedimento que se ha depositado durante millones de años.
«La línea recta es atea e inmoral»
Friedensreich Hundertwasser
Fuente: Svoboda, M. (s. f.). Frases de Friedensreich Hundertwasser (12 citas) | Frases de famosos. Citas.in. https://citas.in/autores/friedensreich-hundertwasser/
Esta corta frase de Friedensreich Hundertwasser encapsula perfectamente su devoción por las figuras organicas y su disgusto por lo establecido en el mundo arquitectónico y artístico. Es tal ese disgusto que llega a tachar la línea recta, un instrumento muy usado por arquitectos de todo el mundo y de todas las epocas para sus diseños, como algo inmoral y ateo. Siendo él una persona nacida en un seno Judío, bautizada cristiana y con un largo historial de viajes culturales por el mundo, ser ateo le era sinónimo de ser lejano a Dios, y por tanto algo negativo. La inmoralidad que Hundertwasser le atribuye a la línea recta proviene de su profunda dedicación a la naturaleza. En la naturaleza es casi imposible encontrar una línea recta, por tanto, para él, crear estas líneas era ir en contra de la naturaleza lo cual consideraba algo extremadamente inmoral.
Si bien es verdad que yo coincido en muchas cosas con Hundertwasser, no lo llevo al extremo. Yo también soy un entusiasta de las formas orgánicas creadas por la naturaleza y aspiro a que algún día mi arquitectura sea similar a esta. Sin embargo, no llego al punto de considerar la línea recta como un enemigo, si no como una herramienta que se puede usar para suplir esas formas orgánicas ideales. A su vez, no considero inmoral ir en contra de la naturaleza (en la arquitectura) debido a que en si es parte de la esencia de la arquitectura, pero si que considero que debería adaptarse la nueva arquitectura a la naturaleza para minimizar el daño causado y a su vez crear ambientes más limpios y naturales.
Fase 2. Lectura y comprensión de un texto y reflexiones
Quiero ser arquitecto_ Campo Baeza
En este documento, Alberto Campo Baeza ofrece un análisis profundo y reflexivo de la naturaleza de esta disciplina. Comienza comparando la arquitectura con el proceso de subir y bajar escaleras, metáfora que resalta la importancia de la paciencia, el trabajo duro y la paciencia en el estudio y la práctica de la arquitectura. Este proceso requiere pasos constantes, concentración y dedicación como subir una escalera. Por tanto, Baeza demuestra que la formación en arquitectura no se puede obtener rápidamente, sino que requiere tiempo y esfuerzo para desarrollar las habilidades necesarias.
Respecto a lo que significa ser arquitecto, Baeza describe al arquitecto como multidimensional: hacedor, pensador, soñador y arquitecto. Un arquitecto no es un ingeniero de arquitectura ni un artista que persigue inquietudes estéticas. Él es un puente entre estos dos mundos, utilizando la creatividad y la tecnología para convertir ideas y sueños abstractos en una realidad tangible. Según él, la arquitectura es el uso de la imaginación y la lógica para crear lugares que afectan la vida de las personas.
Campo Baeza enfatiza la importancia de varios pilares clave para la educación arquitectónica: proyectos, que permiten al estudiante experimentar y practicar la arquitectura espacial; infraestructura, que proporciona la tecnología necesaria para garantizar la eficiencia y seguridad de los servicios; y la historia de la arquitectura, que proporciona la profundidad cultural y estilística necesaria para comprender la evolución de la disciplina a lo largo del tiempo. Además, recomienda actividades prácticas como dibujar y escribir, para que el estudiante pueda desarrollar un sentido profundo de la arquitectura y la capacidad de captar ideas de los medios.
En materia de derechos laborales, Campo Baeza sostiene que la industria de la construcción ofrece muchas oportunidades. Un arquitecto puede colaborar con otros arquitectos o empresas constructoras, pero también puede compartir sus conocimientos y experiencia y educar a una nueva generación. Además, los concursos de arquitectura son una plataforma para que los arquitectos exploren su creatividad y obtengan reconocimiento por su trabajo.
Finalmente, Baeza ofrece sugerencias de lectura esenciales para futuros arquitectos. No sólo los escritos técnicos sobre arquitectura, sino también obras poéticas y filosóficas contribuyeron a la visión y las emociones del arquitecto. Los libros de esta serie invitan a pensar en el mundo, el arte y la belleza, la esencia de la arquitectura. Esta formación complementa la formación técnica, creando una práctica arquitectónica más amplia y humana.
Sinceramente, el formato de este documento no ha hecho más que confundirme, es un formato que parece pensado para captar la atención de mentes muy jóvenes que se ven atraídas por las formas peculiares y los colores chillones. Sin embargo, el contenido del documento es todo lo contrario, se dirige a personas ya formadas y decididas a tomar un camino en sus vidas, personas que están iniciando un camino definido por ellos mismos para lograr ser profesionales. Este contraste me disgusta porque aparenta que Baeza trata a estas personas como infantes inocentes que se les debe captar la atención mediante colores y formas porque si no perderán el interés en el contenido aunque hayan decidido dedicar su vida a este.
Ignorando el formato elegido, el texto logra cumplir su objetivo. Explica la filosofía de esfuerzo y trabajo que debes seguir en el mundo de la arquitectura, explica el dominio de un arquitecto y que aspectos son más importantes en su opinión, a su vez, da consejos muy útiles para el mundo laboral y expresa su preocupación por el futuro de esta disciplina.
Si tuviera que destacar algo del documento, sin duda sería la sección que dedica al mundo laboral. Comparte su experiencia en él y aconseja sobre sus errores y aciertos (como los concursos). Esta sección es con diferencia la más útil.